En este apartado vamos a tratar como funcionaba realmente la sociedad de Pompeya, sus costumbres, sus edificios, su gente… En definitiva trataremos de acercar nuestra experiencia al mundo de la ciudad que quedó sumida en un profundo sueño tras la erupción del Vesubio. Pompeya se destaca por ser considerada como verdadera sociedad del vicio.
El
mundo romano estaba verdaderamente obsesionado con el hedonismo (búsqueda del
placer y supresión del dolor y las angustias), por ello los negocios más destacados
de la época son los relacionados con la liberación de las tensiones, la
relajación y el placer.
Destacan
los lupanares que eran los prostíbulos,
la sociedad romana era conocida como la sociedad del placer, buscaban
satisfacer sus instintos más animales o carnales mediante la práctica sexual.
El sexo formaba parte de la vida cotidiana y era colocado en verdadero
pedestal. El término lupanar proviene de la palabra en latín lupa, que significa loba.
nuestro actual pudor por algunos temas, como el sexo, está causado por la educación judeo-cristiana que tenemos desde niños y que algunos de nuestros mayores aún siguen manteniendo. Pero en la sociedad grecorromana el concepto de “pecado” y “homosexual” no existen, no se contemplan como un atentado moral la pederastia o cualquier otra forma de placer sensual. Lo importante no era con quien te acostabas, sino que papel desempeñabas en la relación, activo o pasivo. El propio César provocó en la sociedad la duda de sus tendencias.La escala social era lo más importante a la hora de las relaciones, cuanto más alto en la jerarquía social mayor era el rango de posibilidades.No todas las prostitutas ejercían su trabajo en aquellos cuchitriles pero fuesen esclavas o ciudadanas libres, pagaban impuestos, debían de vestir peplos o túnicas marrón rojizo y llevar el pelo tintado para evidenciar su profesión y no ser confundidas con las castas matronas. Alguna dama de alcurnia frecuentaba estos lugares más por vicio que por sestercios.
Las termas eran también centros de
lujuria donde las personas se dedicaban a mantener relaciones sexuales sin
distinción de sexos (Siempre atendiendo a la escala social) entre los vapores y
el calor del ambiente. Así se muestra de nuevo que el romano de la época
mayoritariamente mide su vida por impulsos emocionales y carnales. Podemos
encontrar frescos en las paredes de estos lugares que muestran escenas eróticas al parecer, eran parte de la turbadora decoración de los baños, de propiedad privada, cuyos dueños cobraban entrada al romano en busca de alivio y en los que, con total seguridad, se practicaban grandes bacanales. Esto no quiere decir que todas las termas
fueran iguales pues las descritas anteriormente son las suburbanas entre otras.
Algunas diferenciaban al cliente y eran exclusivas para hombres, otras eran
para ambos pero se dividían. Lo que destaca de ellas es su belleza
cultural pero en la antigüedad era un centro donde la población aliviaba las
tensiones del día a día, incluso su apetito sexual.
Otro elemento del ocio Pompeyano en la urbe es que destacan dos teatros, uno grande imitando a los griegos y otro pequeño dedicado a los recitales de poemas y dedicado a la música, por ello éste se encontraba techado para una mejor acústica.Otro lugar que destaca es el foro, núcleo de actividad económica y donde los ciudadanos pasaban una gran parte de su tiempo en ella. Alrededor de éste estaban los templos dedicados a sus dioses y las diferentes instituciones de la política, elementos fundamentales para la ciudad.
El
Anfiteatro de Pompeya, similar al Coliseo romano, es el más antiguo que llegó hasta
nuestros días ya que se construyó en el año 80 a.C. podía albergar hasta 20.000
personas. En los días calurosos, durante las representaciones, los espectadores
eran rociados con agua perfumada.
Allí se peleaban los gladiadores hasta
el final, otro hecho destacado por esta sociedad es su poco pudor por la
muerte, pues para muchos era un verdadero honor morir en la arena.
Reconstrucción digital del anfiteatro de Pompeya. |
Los
gladiadores eran comprados y entrenados por el “lanarius”. Muchos eran
prisioneros de guerra vendidos para este fin, aunque también había quien se
vendía a sí mismo como forma de ganarse la vida. Vivían y se entrenaban en los
cuarteles de gladiadores, donde contaban con una palestra para los ejercicios.
Eran un bien preciado, por lo que eran cuidados para obtener rentabilidad por
ellos.
En
la vía de la Abundancia, el viajero tendría a mano un buen número de tabernas,
donde el pueblo llano bebía vino y comía guisos de legumbres. Los que poseían
más dinero tenían la posibilidad de degustar un delicioso cabrito al estilo
parto. Otros acudían a estos locales para calentar sus alimentos (no todos los
ciudadanos tenían un horno en casa).
Una de las tabernas más populares era la
de Aselina, cuyo mostrador en forma de L daba a la calle. De noche, una lámpara
de bronce, colgada de una figurilla que representaba un pigmeo desnudo provisto
de un pene enorme, iluminaba la entrada del local. Una escalera conducía al piso
superior, con habitaciones que utilizaban algunas prostitutas para su trabajo.
En Pompeya había un conocido burdel, detrás de las termas Estabianas, que tenía
cinco habitaciones, cada una de ellas provista de una cama empotrada y una
serie de pinturas de contenido erótico explícito. Sus paredes mostraban
multitud de grafittis jactanciosos. La mayor parte del estilo"Fósforo
estuvo aquí follando" o "Eché un buen polvo por un denario". Los
ricos nobles como Lucio Vetio evitaban el burdel y las tabernas. Estas
prácticas populares eran de mal tono, y un aristócrata estaba perdido si le
pillaban bebido en una de ellas o en compañía de una prostituta. En
compensación, Lucio y sus amigos se citaban en sus respectivas casas para
disfrutar de banquetes pantagruélicos regados con vinos locales rebajados con
agua. Esa fascinación por los caldos de la tierra era comprensible en un pueblo
que utilizaba al dios Baco como pretexto para formar cofradías especializadas
en "cogorzas" multitudinarias que podían terminar en una orgía en la
que participaban los esclavos más jóvenes del dueño de la mansión. En aquella
época, los romanos ya no eran tan conservadores y púdicos como lo fueron antes
de instaurarse la República. En el siglo I se habían suavizado las severas
reglas de conducta de antaño y los emperadores, sobre todo Calígula y Nerón,
habían mostrado una conducta tan disoluta que ya nadie se escandalizaba de
nada. Sin embargo, a pesar de las extravagancias y excesos de algunos nobles,
aquella avanzada sociedad creía que un carácter dado a la molicie perdía su
musculatura y su capacidad de impulso, una inactividad que dejaba sin defensas
al cuerpo para resistir las enfermedades del alma.
En las tiendas de Pompeya se vendían perfumes
orientales, telas finas, joyas, especias de países lejanos y otras delicadezas.
¿Cómo
era la población? En Pompeya existían dos clases sociales: los patricios
(clases alta) y los plebeyos (clases bajas). En verano estaba frecuentada por
romanos ricos, que habitaban casas muy lujosas, de diseño griego. Creían que
cuando un familiar moría, su alma se quedaba cuidando la casa familiar, por
ello, se ofrecía una ofrenda a dicho familiar dependiendo de su jerarquía. Era
una sociedad machista, la mujer no tenía ni voz ni voto en los asuntos
públicos. Los patricios vivían en las llamadas domus, mansiones bastante
lujosas.
Se
dice que los habitantes de Pompeya eran personas listas, tenían profesiones
variadas y vestían ropas sencillas.
¿Cómo
eran sus casas? Las casas, en su tipo más sencillo, tenía una sola puerta a la
calle, y estaba cerrada todo alrededor por altas paredes, privadas de ventanas
y provistas sólo de altos y estrechos respiraderos hacia el exterior, que
servían para la ventilación. Parecía, pues, una pequeña fortaleza. Desde la
entrada, tras haber recorrido un estrecho corredor, se llegaba al patio central
o atrio; alrededor de éste se abrían las habitaciones de alojamiento, los
"cubicula", y frente a la puerta estaba el "tablinum",
lugar de reunión de toda la familia.
Junto
a las casas había tiendas, pequeños albergues, garitos, establos, hornos y
hosterías.
Urbanismo
ciudad Aprovecha un cinturón defensivo anterior, Pompeya queda abrazada por un recinto amurallado de piedra volcánica de más de tres kilómetros de perímetro, el cual, iría siendo reformado y ampliado en diferentes etapas en función de las necesidades urbanísticas y del crecimiento de la ciudad.
ciudad Aprovecha un cinturón defensivo anterior, Pompeya queda abrazada por un recinto amurallado de piedra volcánica de más de tres kilómetros de perímetro, el cual, iría siendo reformado y ampliado en diferentes etapas en función de las necesidades urbanísticas y del crecimiento de la ciudad.
Siete eran las puertas -al menos conservadas- que daban acceso a la ciudad, denominadas en función de las ciudades con que comunicaban, a saber: Nocera, Stabia, Nola, Ercolano, Vesubio, Marina y Sarno.
Pese a los condicionantes orográficos, trató de respetarse al máximo la prototípicamente romana trama urbanística ortogonal, con dos vías principales perpendiculares entre sí llamadas cardo y decumano de las que, en paralelo y formando una malla, surgen el resto de calles
Edificios públicos
El centro neurálgico de Pompeya, como de toda ciudad romana que se precie, era el foro, situado al oeste de la ciudad y, curiosamente, algo desplazado al eje de intersección de cardo y decumano, como era lo normal.
También del siglo II a.C. era la basílica, edificio polivalente situado en el ángulo suroccidental del foro y que era concebido como lugar de administración de justicia y para el desarrollo de actividades económicas. Presentaba al exterior la apariencia de un templo, con su pórtico precedido por un peristilo, sin embargo, al interior, reproducía la tradicional separación en tres naves de las basílicas romanas.
En el ángulo noroeste del foro se habilitó el llamado macellum, construcción en la que, a la manera de los actuales mercados de abastos, se almacenaban y vendían distintos productos alimentarios para el consumo de la población. Entre las ruinas de Pompeya han aparecido numerosos testimonios de esta actividad en forma de ánforas y recipientes entre cuyos contenidos se han hallado conservas, confituras, vino, etcétera.
Otro equipamiento público de importancia a juzgar por su monumentalidad y su situación preponderante en pleno foro principal es el llamado edificio de la Eumaquia, cuya finalidad no ha sido del todo aclarada pese a que muchos especialistas le identifican con el mercado de la lana.
Quedaba cerrado el recinto del foro por otros edificios destinados a albergar diferentes funciones dentro de la administración pública, así como varios templos dedicados a diversas deidades.
El llamado foro triangular, situado al sur de la ciudad, era la segunda de las grandes plazas públicas pompeyanas. Fue concebido como zona de reunión y espera en torno al contiguo gran teatro, contando tres de sus cuatro fachadas con monumentales columnatas de estilo jónico. En el centro, una gran fuente servía de soporte a una imponente estatua del general Marco Claudio Marcelo, mientras que al extremo opuesto del teatro se levantaban un templo dórico y un "tholos" circular.
Son varios los templos descubiertos en las excavaciones de Pompeya, aunque a juzgar por la entidad y las dimensiones de la ciudad, no es descartable que existiesen varios más.
A pies del foro principal se encuentra el Templo de Apolo, quizás el más antiguo y uno de los mejores conservados, habiendo llegado a nuestros días el podium sobre el que se erigía casi al completo, así como varias columnas de su pórtico.
También junto al foro, concretamente en su costado norte, se erigía el Templo de Júpiter, construcción dotada de un pórtico amplio pórtico sobre columnas que precedía al santuario o cella, dividida en tres naves desiguales por hileras de columnas de fuste acanalado.
Completaban la nómina de templos levantados en torno al foro el Templo de Vespasiano, de pequeño tamaño y en el que se ha conservado un altar labrado con la escena del sacrificio de un toro; y el contiguo Santuario de los Lares Públicos.
Fuera de la zona de influencia del foro, destaca el Templo de la Fortuna Augusta, de similares características al de Júpiter y del que ha sobrevivido, sin sus revestimientos marmóreos originales, buena parte de la estructura de la cella.
Justo a una de las entradas de la ciudad, concretamente la llamada Puerta Marina, se conservan los restos del Templo de Venus, el cual, a juzgar por los restos conservados, debió ser uno de los más suntuosos de Pompeya.
Otros templos descubiertos y puestos en valor durante las excavaciones han sido los de Asclepios, Isis, y el conocido como Templo Dórico, situado en el ya citado foro triangular, muy cerca del teatro.
Más allá de edificios públicos y/o religiosos, el grueso de las ruinas de Pompeya se componen de las numerosas viviendas en que residían sus habitantes, gran parte de ellas de carácter humilde y en la que aparecieron la mayoría de cuerpos carbonizados en actitudes cotidianas que tanta literatura han suscitado.
En la mayor parte de los casos, la decoración o las pinturas murales que ornaban las paredes de las viviendas privadas han constituido pistas inmejorables para conocer la vida, la ocupación e incluso el extracto social de sus moradores.
Las clases medias y populares se agrupaban en pequeñas comunidades o "insulae" dotadas de corredores en torno a un patio o huerto, al que se abrían sus "cubículum" privados.
En los alrededores de la urbe existirían también las villas suburbanas, concebidas bien para el recreo o bien para explotaciones agroganaderas.
El
Antiquarium
El
Anticuario de Pompeya fue construido en 1861 y destruido en 1943 debido a un
intenso bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial. Fue reconstruido en 1948
de acuerdo a modernos criterios museológicos, a fin de ofrecer un cuadro
completo de la historia de la ciudad.
Tiene
cuatro salas: la primera contiene testimonios de la Pompeya presamnita,
especialmente material de la necrópolis de la Edad del Hierro (siglos XI a VII
a. C.) del Valle del Sarno. La segunda conserva material de los siglos III y II
a. C., especialmente terracota, cerámicas etruscas y esculturas de tufo. La
tercera y cuarta salas contienen elementos del período romano de Pompeya,
incluidos los moldes de yeso de personas y animales sorprendidos por la
erupción, así como elementos domésticos y representativos de la vida cosila y
comercial de la ciudad.
El
Foro
El
foro era el centro cívico y el corazón de la vida comercial de Pompeya. Era un
amplio espacio abierto con forma rectangular rodeado en tres de sus lados por
una columnata y en el otro por el Templo de Júpiter, con varios edificios públicos
importantes en torno a él.
Constaba
de un área libre de 145 m. de longitud por 38 m de anchura, estaba pavimentada
en piedra. En ella se erguían estatuas conmemorativas del emperador, de
miembros de su familia o de ciudadanos locales de alguna importancia.
Era
típico ver en el foro mesas o banquetas donde los vendedores exponían sus
productos al público, se colocaban en los bordes de la zona libre, junto a las
columnatas y cuando llovía se trasladaban a los corredores, unos pasillos que
estaban techados donde la gente paseaba y solía negociar.
Al
foro se accedía mediante una gran puerta de bronce, dentro del foro no se
permitía el transporte carruajes.
En
el foro había tablillas expuestas al público donde se escribía noticias
importantes de la época, como el resultado de las últimas elecciones o la fecha
de algún espectáculo, e incluso había gente que aprovechaba para exponer sus
quejas o para hacer publicidad de su establecimiento. Un ejemplo encontrado de
ellos sería: “Macerior ruega al edil que prohíba a la gente hacer ruido en la
calle y moleste a las personas decentes que están durmiendo”.
Vista aérea de una parte importante del foro. |
La
Basílica
Se
trata de la sede de la administración de justicia y junto con el Foro
constituía el edificio más importante de la ciudad. Tenía cinco puertas que
abrían hacia el Foro, que daban paso a tres naves internas. La época de la
fundación se calcula hacia el 120 a. C.
El
Templo de Apolo
Frente
a la Basílica se encuentra el Templo de Apolo, el edificio religioso más
importante de Pompeya. El culto al dios Apolo, importado de Grecia, estaba muy
difundido en la región de Campania. En Pompeya, como lo han demostrado las
investigaciones realizadas en el área de este templo, se remonta al siglo VI a.
C., si bien su aspecto actual recoge una remodelación del siglo II a. C. y una
restauración posterior al terremoto del 62 d. C., que al momento de la erupción
aún no se había terminado.
Se
supone que además de Apolo (de quien se encontró una estatua en el acto de
arrojar una flecha), otras divinidades eran veneradas en este recinto: Diana
cazadora y Mercurio.
El
Templo de Júpiter
El
Templo de Júpiter cierra la plaza del Foro en el lado norte. Si bien en su
origen fue sólo dedicado a Júpiter, después del año 80 a. C. fueron también
veneradas Juno y Minerva. El templo fue construido en el siglo II a. C., fue
gravemente dañado por el terremoto del año 62 d. C. y estaba siendo restaurado
al momento de la erupción del Vesubio.
El
Mercado, el Templo de los Lares y el Templo de Vespasiano
El
Macellum era un gran mercado cubierto con una fuente de agua en el centro donde
se lavaban los pescados. Fue construido en la época del Imperio.
Al
lado del mercado se encontraba una amplia construcción de la misma época,
identificado como el Templo de los Lares Públicos, es decir, de las divinidades
tutelares de la ciudad, a las cuales había sido dedicado después del terremoto
que había aterrorizado a los pompeyanos.
templo
de Vespasiano
El
edificio de Eumaquia
Este
edificio albergaba al gremio de tintoreros y lavanderos, toma su nombre de la
sacerdotisa Eumaquia y fue dedicado a la Concordia y a la Piedad Augusta, así
como a Livia, esposa de Augusto, tal como reza una inscripción en el arquitrabe
del pórtico.
Lamentablemente,
esta construcción sufrió grandes daños durante el terremoto del año 62, y los
trabajos de restauración no estaban muy avanzados cuando ocurrió la erupción
del Vesubio.
En
el patio fue hallada la estatua de Eumaquía y hoy se encuentra en el Museo
Arqueológico Nacional de Nápoles.
El
Lupanar
De
lupa que en latín significa loba que es como se conocía a las prostitutas, el
Lupanar era el más importante de los numerosos burdeles que se encontraron en
Pompeya, y el único construido con esta precisa finalidad.
Las
prostitutas eran esclavas griegas u orientales, su precio iba de dos a ocho
ases (el vaso de vino costaba uno), pero la recaudación era del patrón o del
dueño del burdel.
El
Lupanar era un pequeño edificio situado en el cruce de dos calles secundarias,
estaba constituido por una planta a nivel del suelo y un primer piso. La planta
baja estaba destinada al acceso de esclavos o de las clases más pobres; tenía
un corredor y cinco habitaciones con cama, las paredes estaban cubiertas de
pinturas que expresaban distintas posiciones eróticas.
Al
piso superior se accedía por una entrada independiente que daba a una escalera
y luego a un balcón. A ese balcón daban las distintas habitaciones, más grandes
y decoradas que las de la planta baja. Este piso era reservado a una clientela más
acomodada.
La
construcción es del último período de la ciudad. Las paredes se encuentran
cubiertas de motivos eróticos desde su entrada principal, que muestra a Príapo
con dos penes sostenidos por las manos.
El
Foro Triangular
Se
trata de un área sagrada de forma triangular, situada en una pequeña colina
desde la que se aprecia una vista panorámica de la costa. Se accede a la plaza
por el vértice norte del triángulo mediante un elegante pórtico precedido por
seis columnas jónicas.
En
la parte anterior del pórtico se encuentra la base sobre la que se colocaba una
estatua honoraria de M. Claudio Marcello, nieto de Augusto. El edificio que
determinó la creación de esta área sagrada es un templo muy antiguo, del siglo
VI a. C. Originalmente dedicado a Hércules, considerado por los habitantes de
Pompeya como el fundador de su ciudad, también se dedicó más tarde al culto de
Minerva.
El
Teatro Grande
Adyacente
al Foro Triangular se encuentra el Teatro Grande, de la primera mitad del siglo
II a. C., construido a la manera del mundo griego y helenístico, aprovechando
la pendiente natural de una colina y restaurado y ampliado notablemente en la
época romana. El espacio reservado a los espectadores estaba dividida en tres
órdenes de gradas de mármol. El escenario tenía las tres puertas clásicas.
El
teatro tenía un gran pórtico cuadrangular bastante bien conservado, donde los
espectadores podían entretenerse antes del espectáculo y durante los
intervalos. Luego del terremoto del año 62, este pórtico fue transformado en
cuartel de gladiadores
También
debemos destacar la existencia del teatro pequeño dedicado a espectáculos
acústicos ya que éste estaba cerrado y mejoraba el sonido en la sala.
Las
Termas Stabianas
Sobre
la Via Stabiana luego del cruce con la Via dell’Abbondanza, se encuentran las
Termas Stabianas, las más antiguas de la ciudad, del siglo IV a. C. Las termas
muestran signos de sucesivas restauraciones, la última de ellas tuvo lugar
luego del terremoto del año 62. Estaba compuesta por una sección masculina y
otra femenina. Tenía un sofisticado sistema de calefacción: el aire caliente
circulaba bajo el piso y entre las paredes.
Tanto
la sección masculina como la femenina estaba compuesta por una sala de vestir
(apodyterium), una sala con piscina de agua fría (frigidarium), de una sala
templada (tepidarium) y de una sala muy calefaccionada (calidarium), dotada de
una bañera para agua caliente y de una fuente para abluciones con agua tibia.
Además había otros ambientes, algunos anexos al gimnasio y una gran piscina
para nadar al aire libre.
Las
Termas Centrales
Las
Termas Centrales fueron ampliadas luego del terremoto del año 62 y para el 79
aún no estaban completamente terminadas. Eran exclusivas para hombres, carecían
de frigidarium, pero tenían un servicio del que carecían las otras termas: el
laconicum, un ambiente para baños de vapor con aire caliente y seco. Este
complejo, por la luminosidad y amplitud de los ambientes, su gran gimnasio y la
excelente calidad del material de construcción, se puede asemejar a las termas
de las grandes ciudades, incluida Roma.
La
casa del Fauno
La
Casa del Fauno es una de las más lujosas construcciones de Pompeya. La casa
tiene sus orígenes en la edad samnítica, cuando era amplia pero modesta. A
fines del siglo II a. C. pasa a ocupar una manzana entera y recibe una suntuosa
decoración a base de estuco y mosaicos. En la parte anterior de la entrada se
encuentra el saludo HAVE, que en latín quiere decir Bienvenido. El ingreso está
provisto de puerta doble y en el vestíbulo se encuentran dos atrios, uno de
ellos, el principal, contiene una pequeña fuente con una pequeña estatua de un
fauno danzante que ha dado el nombre a la casa. (El original se encuentra en el
Museo Arqueológico Nacional de Nápoles).
Se
supone que era la morada de P. Sila, sobrino del dictador Sila, quien tuvo la
misión de organizar la colonia romana y de conciliar los intereses de los
colonos con los de los antiguos habitantes. En uno de los pisos de la casa se
encontró una de las más grandes y bellas escenas realizadas en mosaico: la
Batalla de Issos, entre Alejandro Magno yDarío III Codomano, que actualmente se
encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.
Las
Termas del Foro
Las
Termas del Foro, si bien no son las más grandes de la ciudad, son de mucho
interés debido a la elegante decoración y el excelente estado de conservación
del calidarium y del tepidarium de la sección masculina.
Dos
corredores permiten, en el caso de las termas para hombres, el paso al
apodypterium de donde se pasa alfrigidarium, en cuyo centro de encuentra una
bañera circular para los baños fríos; y al tepidarium, decorada con fino estuco
de la mitad del siglo I a. C. Allí se conserva un gran brasero que servía para
calentar el ambiente, donado por Marcus Nigidius Vaccula. Del tepidarium se
accede directamente al ambiente para baños cálidos, el calidariumcalefaccionado
con aire caliente que pasaba por el interior de las paredes dobles.
Esta
habitación está dotada de dos bañeras: el alveus, de forma rectangular, para
los baños calientes, y el labrum, con agua fría.
La
Casa del Poeta Trágico
La
Casa del Poeta Trágico debe su nombre a un mosaico que representaba a un
instructor de actores de teatro (hoy en el Museo Antropológico Nacional de
Nápoles), y su fama a una serie de frescos de temas heroicos y míticos. Entre
las ilustraciones se encuentra una acerca del sacrificio de Ifigenia. Se trata
de una casa de modestas dimensiones pero decorada con mucha elegancia,
probablemente una muestra de una clase media enriquecida durante los últimos
años de la ciudad.
A
los lados de la puerta se encontraban dos mostradores (que indican que el dueño
de la casa también se dedicaba al comercio), y sobre el piso se encontraba la
inscripción Cave Canem (Cuidado con el perro) al lado de la imagen de un perro
sujeto por una cadena.
En
el resto de la casa pueden encontrarse más frescos y mosaicos, entre ellos,
imágenes de Admeto y Alcestis, Venus,Ariadna, Teseo y Narciso.
La
Villa de los Misterios
La
Villa de los Misterios es uno de los edificios suburbanos de Pompeya, situado a
unos doscientos metros de la Puerta de Herculano, fuera de los límites de la
ciudad. Se trata de una construcción que presenta una disposición armoniosa y
singular de sus ambientes y una superlativa colección pictórica. Fue construida
en la primera mitad del siglo II a. C. y fue muchas veces remodelada y
ampliada. Se presenta como una construcción de cuatro lados circundada por una
terraza panorámica. Después del terremoto del año 62 la Villa cambió de
propietarios y de usos: de vivienda señorial pasó a establecimiento agrícola.
Los usos finales de esta Casa constituyen el ejemplo de una
vivienda de gran lujo unida a una explotación agrícola ganadera. Integrada al
paisaje mediante grandes pórticos y galerías que dan a jardines colgantes, la
Villa de los Misterios se muestra muy distinta de las casas encontradas en la
ciudad.
Si
bien casi todas sus paredes se encuentran decoradas con pinturas, destacan una
serie de grandes frescos que se supone que representaban la iniciación de las
esposas a los Misterios Dionisíacos. En la llamada Sala de la Gran Pintura, se
desarrollan una serie de frescos que datan del siglo I a. C., que
representarían los momentos sucesivos de un ritual que Roma intentó limitar sin
mucho éxito.
Las imágenes son muy elocuentes: un niño leyendo el ritual
bajo la supervisión de una matrona, una joven que lleva una bandeja con
ofrendas, un grupo de señoras en una celebración sacramental, un sileno que
toca una lira mientras una jovencita ofrece su seno a una cabra, otro viejo
sileno ofrece bedidas a un pequeño sátiro mientras otro más joven le alcanza
una máscara teatral, entre muchas otras. También se representan las bodas de
Dionisio y Ariadna.
Gastronomía
Las clases populares consumían productos variados y saludables que resultaban asequibles, mientras que las clases pudientes se permitían exquisiteces como el marisco importado o las especias de ultramar. Los hallazgos han revelado alimentos que debieron ser económicos y ampliamente accesibles como granos, frutas, nueces, olivas, lentejas, productos de la pesca local, huevos de gallina, además de cantidades mínimas de carne y pescado salado de España, que eran productos más caros.
Los desechos procedentes del alcantarillado de distintos vecindarios revelan una distinción socioeconómica entre los vecinos. El desagüe de una propiedad central ha aportado una rica variedad de alimentos que incluyen productos importados de fuera de Italia, como por ejemplo marisco, erizos de mar y exquisiteces como la articulación de la pata de una jirafa para quien este hueso representa el colmo de la comida exótica.
Los desechos procedentes del alcantarillado de distintos vecindarios revelan una distinción socioeconómica entre los vecinos. El desagüe de una propiedad central ha aportado una rica variedad de alimentos que incluyen productos importados de fuera de Italia, como por ejemplo marisco, erizos de mar y exquisiteces como la articulación de la pata de una jirafa para quien este hueso representa el colmo de la comida exótica.
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