Sociedad

En este apartado vamos a tratar como funcionaba realmente la sociedad de Pompeya, sus costumbres, sus edificios, su gente… En definitiva trataremos de acercar nuestra experiencia al mundo de la ciudad que quedó sumida en un profundo sueño tras la erupción del Vesubio. Pompeya se destaca por ser considerada como verdadera sociedad del vicio.

El mundo romano estaba verdaderamente obsesionado con el hedonismo (búsqueda del placer y supresión del dolor y las angustias), por ello los negocios más destacados de la época son los relacionados con la liberación de las tensiones, la relajación y el placer.

Destacan los lupanares  que eran los prostíbulos, la sociedad romana era conocida como la sociedad del placer, buscaban satisfacer sus instintos más animales o carnales mediante la práctica sexual. El sexo formaba parte de la vida cotidiana y era colocado en verdadero pedestal. 
El término lupanar proviene de la palabra en latín lupa, que significa loba.

nuestro actual pudor por algunos temas, como el sexo, está causado por la educación judeo-cristiana que tenemos desde niños y que algunos de nuestros mayores aún siguen manteniendo. Pero en la sociedad grecorromana el concepto de “pecado” y “homosexual” no existen, no se contemplan como un atentado moral la pederastia o cualquier otra forma de placer sensual. Lo importante no era con quien te acostabas, sino que papel desempeñabas en la relación, activo o pasivo. El propio César provocó en la sociedad la duda de sus tendencias.La escala social era lo más importante a la hora de las relaciones, cuanto más alto en la jerarquía social mayor era el rango de posibilidades.No todas las prostitutas ejercían su trabajo en aquellos cuchitriles pero fuesen esclavas o ciudadanas libres, pagaban impuestos, debían de vestir peplos o túnicas marrón rojizo y llevar el pelo tintado para evidenciar su profesión y no ser confundidas con las castas matronas. Alguna dama de alcurnia frecuentaba estos lugares más por vicio que por sestercios.

Las termas eran también centros de lujuria donde las personas se dedicaban a mantener relaciones sexuales sin distinción de sexos (Siempre atendiendo a la escala social) entre los vapores y el calor del ambiente. Así se muestra de nuevo que el romano de la época mayoritariamente mide su vida por impulsos emocionales y carnales. Podemos encontrar frescos en las paredes de estos lugares que muestran escenas eróticas al parecer, eran parte de la turbadora decoración de los baños, de propiedad privada, cuyos dueños cobraban entrada al romano en busca de alivio y en los que, con total seguridad, se practicaban grandes bacanales. Esto no quiere decir que todas las termas fueran iguales pues las descritas anteriormente son las suburbanas entre otras. Algunas diferenciaban al cliente y eran exclusivas para hombres, otras eran para ambos pero se dividían. Lo que destaca de ellas es su belleza cultural pero en la antigüedad era un centro donde la población aliviaba las tensiones del día a día, incluso su apetito sexual.

Otro elemento del ocio Pompeyano en la urbe es que  destacan dos teatros, uno grande imitando a los griegos y otro pequeño dedicado a los recitales de poemas y dedicado a la música, por ello éste se encontraba techado para una mejor acústica.Otro lugar que destaca es el foro, núcleo de actividad económica y donde los ciudadanos pasaban una gran parte de su tiempo en ella. Alrededor de éste estaban los templos dedicados a sus dioses y las diferentes instituciones de la política, elementos fundamentales para la ciudad.

El Anfiteatro de Pompeya, similar al Coliseo romano, es el más antiguo que llegó hasta nuestros días ya que se construyó en el año 80 a.C. podía albergar hasta 20.000 personas. En los días calurosos, durante las representaciones, los espectadores eran rociados con agua perfumada.
Allí se peleaban los gladiadores hasta el final, otro hecho destacado por esta sociedad es su poco pudor por la muerte, pues para muchos era un verdadero honor morir en la arena.



Reconstrucción digital del anfiteatro de Pompeya.

Los gladiadores eran comprados y entrenados por el “lanarius”. Muchos eran prisioneros de guerra vendidos para este fin, aunque también había quien se vendía a sí mismo como forma de ganarse la vida. Vivían y se entrenaban en los cuarteles de gladiadores, donde contaban con una palestra para los ejercicios. Eran un bien preciado, por lo que eran cuidados para obtener rentabilidad por ellos.





En la vía de la Abundancia, el viajero tendría a mano un buen número de tabernas, donde el pueblo llano bebía vino y comía guisos de legumbres. Los que poseían más dinero tenían la posibilidad de degustar un delicioso cabrito al estilo parto. Otros acudían a estos locales para calentar sus alimentos (no todos los ciudadanos tenían un horno en casa). 




Una de las tabernas más populares era la de Aselina, cuyo mostrador en forma de L daba a la calle. De noche, una lámpara de bronce, colgada de una figurilla que representaba un pigmeo desnudo provisto de un pene enorme, iluminaba la entrada del local. Una escalera conducía al piso superior, con habitaciones que utilizaban algunas prostitutas para su trabajo. En Pompeya había un conocido burdel, detrás de las termas Estabianas, que tenía cinco habitaciones, cada una de ellas provista de una cama empotrada y una serie de pinturas de contenido erótico explícito. Sus paredes mostraban multitud de grafittis jactanciosos. La mayor parte del estilo"Fósforo estuvo aquí follando" o "Eché un buen polvo por un denario". Los ricos nobles como Lucio Vetio evitaban el burdel y las tabernas. Estas prácticas populares eran de mal tono, y un aristócrata estaba perdido si le pillaban bebido en una de ellas o en compañía de una prostituta. En compensación, Lucio y sus amigos se citaban en sus respectivas casas para disfrutar de banquetes pantagruélicos regados con vinos locales rebajados con agua. Esa fascinación por los caldos de la tierra era comprensible en un pueblo que utilizaba al dios Baco como pretexto para formar cofradías especializadas en "cogorzas" multitudinarias que podían terminar en una orgía en la que participaban los esclavos más jóvenes del dueño de la mansión. En aquella época, los romanos ya no eran tan conservadores y púdicos como lo fueron antes de instaurarse la República. En el siglo I se habían suavizado las severas reglas de conducta de antaño y los emperadores, sobre todo Calígula y Nerón, habían mostrado una conducta tan disoluta que ya nadie se escandalizaba de nada. Sin embargo, a pesar de las extravagancias y excesos de algunos nobles, aquella avanzada sociedad creía que un carácter dado a la molicie perdía su musculatura y su capacidad de impulso, una inactividad que dejaba sin defensas al cuerpo para resistir las enfermedades del alma.

 En las tiendas de Pompeya se vendían perfumes orientales, telas finas, joyas, especias de países lejanos y otras delicadezas.

¿Cómo era la población? En Pompeya existían dos clases sociales: los patricios (clases alta) y los plebeyos (clases bajas). En verano estaba frecuentada por romanos ricos, que habitaban casas muy lujosas, de diseño griego. Creían que cuando un familiar moría, su alma se quedaba cuidando la casa familiar, por ello, se ofrecía una ofrenda a dicho familiar dependiendo de su jerarquía. Era una sociedad machista, la mujer no tenía ni voz ni voto en los asuntos públicos. Los patricios vivían en las llamadas domus, mansiones bastante lujosas.
Se dice que los habitantes de Pompeya eran personas listas, tenían profesiones variadas y vestían ropas sencillas.

¿Cómo eran sus casas? Las casas, en su tipo más sencillo, tenía una sola puerta a la calle, y estaba cerrada todo alrededor por altas paredes, privadas de ventanas y provistas sólo de altos y estrechos respiraderos hacia el exterior, que servían para la ventilación. Parecía, pues, una pequeña fortaleza. Desde la entrada, tras haber recorrido un estrecho corredor, se llegaba al patio central o atrio; alrededor de éste se abrían las habitaciones de alojamiento, los "cubicula", y frente a la puerta estaba el "tablinum", lugar de reunión de toda la familia.
Junto a las casas había tiendas, pequeños albergues, garitos, establos, hornos y hosterías.


Urbanismo
ciudad Aprovecha un cinturón defensivo anterior, Pompeya queda abrazada por un recinto amurallado de piedra volcánica de más de tres kilómetros de perímetro, el cual, iría siendo reformado y ampliado en diferentes etapas en función de las necesidades urbanísticas y del crecimiento de la ciudad.
Siete eran las puertas -al menos conservadas- que daban acceso a la ciudad, denominadas en función de las ciudades con que comunicaban, a saber: Nocera, Stabia, Nola, Ercolano, Vesubio, Marina y Sarno.
Pese a los condicionantes orográficos, trató de respetarse al máximo la prototípicamente romana trama urbanística ortogonal, con dos vías principales perpendiculares entre sí llamadas cardo y decumano de las que, en paralelo y formando una malla, surgen el resto de calles
Edificios públicos
El centro neurálgico de Pompeya, como de toda ciudad romana que se precie, era el foro, situado al oeste de la ciudad y, curiosamente, algo desplazado al eje de intersección de cardo y decumano, como era lo normal.
También del siglo II a.C. era la basílica, edificio polivalente situado en el ángulo suroccidental del foro y que era concebido como lugar de administración de justicia y para el desarrollo de actividades económicas. Presentaba al exterior la apariencia de un templo, con su pórtico precedido por un peristilo, sin embargo, al interior, reproducía la tradicional separación en tres naves de las basílicas romanas.
En el ángulo noroeste del foro se habilitó el llamado macellum, construcción en la que, a la manera de los actuales mercados de abastos, se almacenaban y vendían distintos productos alimentarios para el consumo de la población. Entre las ruinas de Pompeya han aparecido numerosos testimonios de esta actividad en forma de ánforas y recipientes entre cuyos contenidos se han hallado conservas, confituras, vino, etcétera.
Otro equipamiento público de importancia a juzgar por su monumentalidad y su situación preponderante en pleno foro principal es el llamado edificio de la Eumaquia, cuya finalidad no ha sido del todo aclarada pese a que muchos especialistas le identifican con el mercado de la lana.
Quedaba cerrado el recinto del foro por otros edificios destinados a albergar diferentes funciones dentro de la administración pública, así como varios templos dedicados a diversas deidades.
El llamado foro triangular, situado al sur de la ciudad, era la segunda de las grandes plazas públicas pompeyanas. Fue concebido como zona de reunión y espera en torno al contiguo gran teatro, contando tres de sus cuatro fachadas con monumentales columnatas de estilo jónico. En el centro, una gran fuente servía de soporte a una imponente estatua del general Marco Claudio Marcelo, mientras que al extremo opuesto del teatro se levantaban un templo dórico y un "tholos" circular.

Son varios los templos descubiertos en las excavaciones de Pompeya, aunque a juzgar por la entidad y las dimensiones de la ciudad, no es descartable que existiesen varios más.
A pies del foro principal se encuentra el Templo de Apolo, quizás el más antiguo y uno de los mejores conservados, habiendo llegado a nuestros días el podium sobre el que se erigía casi al completo, así como varias columnas de su pórtico.
También junto al foro, concretamente en su costado norte, se erigía el Templo de Júpiter, construcción dotada de un pórtico amplio pórtico sobre columnas que precedía al santuario o cella, dividida en tres naves desiguales por hileras de columnas de fuste acanalado.
Completaban la nómina de templos levantados en torno al foro el Templo de Vespasiano, de pequeño tamaño y en el que se ha conservado un altar labrado con la escena del sacrificio de un toro; y el contiguo Santuario de los Lares Públicos.
Fuera de la zona de influencia del foro, destaca el Templo de la Fortuna Augusta, de similares características al de Júpiter y del que ha sobrevivido, sin sus revestimientos marmóreos originales, buena parte de la estructura de la cella.
Justo a una de las entradas de la ciudad, concretamente la llamada Puerta Marina, se conservan los restos del Templo de Venus, el cual, a juzgar por los restos conservados, debió ser uno de los más suntuosos de Pompeya.
Otros templos descubiertos y puestos en valor durante las excavaciones han sido los de Asclepios, Isis, y el conocido como Templo Dórico, situado en el ya citado foro triangular, muy cerca del teatro.

Más allá de edificios públicos y/o religiosos, el grueso de las ruinas de Pompeya se componen de las numerosas viviendas en que residían sus habitantes, gran parte de ellas de carácter humilde y en la que aparecieron la mayoría de cuerpos carbonizados en actitudes cotidianas que tanta literatura han suscitado.
En la mayor parte de los casos, la decoración o las pinturas murales que ornaban las paredes de las viviendas privadas han constituido pistas inmejorables para conocer la vida, la ocupación e incluso el extracto social de sus moradores.
Las clases medias y populares se agrupaban en pequeñas comunidades o "insulae" dotadas de corredores en torno a un patio o huerto, al que se abrían sus "cubículum" privados.
En los alrededores de la urbe existirían también las villas suburbanas, concebidas bien para el recreo o bien para explotaciones agroganaderas.

El Antiquarium

El Anticuario de Pompeya fue construido en 1861 y destruido en 1943 debido a un intenso bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial. Fue reconstruido en 1948 de acuerdo a modernos criterios museológicos, a fin de ofrecer un cuadro completo de la historia de la ciudad.

Tiene cuatro salas: la primera contiene testimonios de la Pompeya presamnita, especialmente material de la necrópolis de la Edad del Hierro (siglos XI a VII a. C.) del Valle del Sarno. La segunda conserva material de los siglos III y II a. C., especialmente terracota, cerámicas etruscas y esculturas de tufo. La tercera y cuarta salas contienen elementos del período romano de Pompeya, incluidos los moldes de yeso de personas y animales sorprendidos por la erupción, así como elementos domésticos y representativos de la vida cosila y comercial de la ciudad.

El Foro

El foro era el centro cívico y el corazón de la vida comercial de Pompeya. Era un amplio espacio abierto con forma rectangular rodeado en tres de sus lados por una columnata y en el otro por el Templo de Júpiter, con varios edificios públicos importantes en torno a él.

Constaba de un área libre de 145 m. de longitud por 38 m de anchura, estaba pavimentada en piedra. En ella se erguían estatuas conmemorativas del emperador, de miembros de su familia o de ciudadanos locales de alguna importancia.

Era típico ver en el foro mesas o banquetas donde los vendedores exponían sus productos al público, se colocaban en los bordes de la zona libre, junto a las columnatas y cuando llovía se trasladaban a los corredores, unos pasillos que estaban techados donde la gente paseaba y solía negociar.

Al foro se accedía mediante una gran puerta de bronce, dentro del foro no se permitía el transporte carruajes.


En el foro había tablillas expuestas al público donde se escribía noticias importantes de la época, como el resultado de las últimas elecciones o la fecha de algún espectáculo, e incluso había gente que aprovechaba para exponer sus quejas o para hacer publicidad de su establecimiento. Un ejemplo encontrado de ellos sería: “Macerior ruega al edil que prohíba a la gente hacer ruido en la calle y moleste a las personas decentes que están durmiendo”.

Vista aérea de una parte importante del foro.
La Basílica


Se trata de la sede de la administración de justicia y junto con el Foro constituía el edificio más importante de la ciudad. Tenía cinco puertas que abrían hacia el Foro, que daban paso a tres naves internas. La época de la fundación se calcula hacia el 120 a. C.

El Templo de Apolo

Frente a la Basílica se encuentra el Templo de Apolo, el edificio religioso más importante de Pompeya. El culto al dios Apolo, importado de Grecia, estaba muy difundido en la región de Campania. En Pompeya, como lo han demostrado las investigaciones realizadas en el área de este templo, se remonta al siglo VI a. C., si bien su aspecto actual recoge una remodelación del siglo II a. C. y una restauración posterior al terremoto del 62 d. C., que al momento de la erupción aún no se había terminado.

Se supone que además de Apolo (de quien se encontró una estatua en el acto de arrojar una flecha), otras divinidades eran veneradas en este recinto: Diana cazadora y Mercurio.


El Templo de Júpiter

El Templo de Júpiter cierra la plaza del Foro en el lado norte. Si bien en su origen fue sólo dedicado a Júpiter, después del año 80 a. C. fueron también veneradas Juno y Minerva. El templo fue construido en el siglo II a. C., fue gravemente dañado por el terremoto del año 62 d. C. y estaba siendo restaurado al momento de la erupción del Vesubio.

El Mercado, el Templo de los Lares y el Templo de Vespasiano

El Macellum era un gran mercado cubierto con una fuente de agua en el centro donde se lavaban los pescados. Fue construido en la época del Imperio.


Al lado del mercado se encontraba una amplia construcción de la misma época, identificado como el Templo de los Lares Públicos, es decir, de las divinidades tutelares de la ciudad, a las cuales había sido dedicado después del terremoto que había aterrorizado a los pompeyanos.


templo de Vespasiano



El edificio de Eumaquia

Este edificio albergaba al gremio de tintoreros y lavanderos, toma su nombre de la sacerdotisa Eumaquia y fue dedicado a la Concordia y a la Piedad Augusta, así como a Livia, esposa de Augusto, tal como reza una inscripción en el arquitrabe del pórtico.

Lamentablemente, esta construcción sufrió grandes daños durante el terremoto del año 62, y los trabajos de restauración no estaban muy avanzados cuando ocurrió la erupción del Vesubio.

En el patio fue hallada la estatua de Eumaquía y hoy se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.

El Lupanar

De lupa que en latín significa loba que es como se conocía a las prostitutas, el Lupanar era el más importante de los numerosos burdeles que se encontraron en Pompeya, y el único construido con esta precisa finalidad.

Las prostitutas eran esclavas griegas u orientales, su precio iba de dos a ocho ases (el vaso de vino costaba uno), pero la recaudación era del patrón o del dueño del burdel.

El Lupanar era un pequeño edificio situado en el cruce de dos calles secundarias, estaba constituido por una planta a nivel del suelo y un primer piso. La planta baja estaba destinada al acceso de esclavos o de las clases más pobres; tenía un corredor y cinco habitaciones con cama, las paredes estaban cubiertas de pinturas que expresaban distintas posiciones eróticas.

Al piso superior se accedía por una entrada independiente que daba a una escalera y luego a un balcón. A ese balcón daban las distintas habitaciones, más grandes y decoradas que las de la planta baja. Este piso era reservado a una clientela más acomodada.

La construcción es del último período de la ciudad. Las paredes se encuentran cubiertas de motivos eróticos desde su entrada principal, que muestra a Príapo con dos penes sostenidos por las manos.





El Foro Triangular


Se trata de un área sagrada de forma triangular, situada en una pequeña colina desde la que se aprecia una vista panorámica de la costa. Se accede a la plaza por el vértice norte del triángulo mediante un elegante pórtico precedido por seis columnas jónicas.

En la parte anterior del pórtico se encuentra la base sobre la que se colocaba una estatua honoraria de M. Claudio Marcello, nieto de Augusto. El edificio que determinó la creación de esta área sagrada es un templo muy antiguo, del siglo VI a. C. Originalmente dedicado a Hércules, considerado por los habitantes de Pompeya como el fundador de su ciudad, también se dedicó más tarde al culto de Minerva.



El Teatro Grande


Adyacente al Foro Triangular se encuentra el Teatro Grande, de la primera mitad del siglo II a. C., construido a la manera del mundo griego y helenístico, aprovechando la pendiente natural de una colina y restaurado y ampliado notablemente en la época romana. El espacio reservado a los espectadores estaba dividida en tres órdenes de gradas de mármol. El escenario tenía las tres puertas clásicas.

El teatro tenía un gran pórtico cuadrangular bastante bien conservado, donde los espectadores podían entretenerse antes del espectáculo y durante los intervalos. Luego del terremoto del año 62, este pórtico fue transformado en cuartel de gladiadores

También debemos destacar la existencia del teatro pequeño dedicado a espectáculos acústicos ya que éste estaba cerrado y mejoraba el sonido en la sala.






Las Termas Stabianas

Sobre la Via Stabiana luego del cruce con la Via dell’Abbondanza, se encuentran las Termas Stabianas, las más antiguas de la ciudad, del siglo IV a. C. Las termas muestran signos de sucesivas restauraciones, la última de ellas tuvo lugar luego del terremoto del año 62. Estaba compuesta por una sección masculina y otra femenina. Tenía un sofisticado sistema de calefacción: el aire caliente circulaba bajo el piso y entre las paredes.

Tanto la sección masculina como la femenina estaba compuesta por una sala de vestir (apodyterium), una sala con piscina de agua fría (frigidarium), de una sala templada (tepidarium) y de una sala muy calefaccionada (calidarium), dotada de una bañera para agua caliente y de una fuente para abluciones con agua tibia. Además había otros ambientes, algunos anexos al gimnasio y una gran piscina para nadar al aire libre.

Las Termas Centrales

Las Termas Centrales fueron ampliadas luego del terremoto del año 62 y para el 79 aún no estaban completamente terminadas. Eran exclusivas para hombres, carecían de frigidarium, pero tenían un servicio del que carecían las otras termas: el laconicum, un ambiente para baños de vapor con aire caliente y seco. Este complejo, por la luminosidad y amplitud de los ambientes, su gran gimnasio y la excelente calidad del material de construcción, se puede asemejar a las termas de las grandes ciudades, incluida Roma.

La casa del Fauno

La Casa del Fauno es una de las más lujosas construcciones de Pompeya. La casa tiene sus orígenes en la edad samnítica, cuando era amplia pero modesta. A fines del siglo II a. C. pasa a ocupar una manzana entera y recibe una suntuosa decoración a base de estuco y mosaicos. En la parte anterior de la entrada se encuentra el saludo HAVE, que en latín quiere decir Bienvenido. El ingreso está provisto de puerta doble y en el vestíbulo se encuentran dos atrios, uno de ellos, el principal, contiene una pequeña fuente con una pequeña estatua de un fauno danzante que ha dado el nombre a la casa. (El original se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles).


Se supone que era la morada de P. Sila, sobrino del dictador Sila, quien tuvo la misión de organizar la colonia romana y de conciliar los intereses de los colonos con los de los antiguos habitantes. En uno de los pisos de la casa se encontró una de las más grandes y bellas escenas realizadas en mosaico: la Batalla de Issos, entre Alejandro Magno yDarío III Codomano, que actualmente se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.



Las Termas del Foro

Las Termas del Foro, si bien no son las más grandes de la ciudad, son de mucho interés debido a la elegante decoración y el excelente estado de conservación del calidarium y del tepidarium de la sección masculina.


Dos corredores permiten, en el caso de las termas para hombres, el paso al apodypterium de donde se pasa alfrigidarium, en cuyo centro de encuentra una bañera circular para los baños fríos; y al tepidarium, decorada con fino estuco de la mitad del siglo I a. C. Allí se conserva un gran brasero que servía para calentar el ambiente, donado por Marcus Nigidius Vaccula. Del tepidarium se accede directamente al ambiente para baños cálidos, el calidariumcalefaccionado con aire caliente que pasaba por el interior de las paredes dobles.
Esta habitación está dotada de dos bañeras: el alveus, de forma rectangular, para los baños calientes, y el labrum, con agua fría.




La Casa del Poeta Trágico

La Casa del Poeta Trágico debe su nombre a un mosaico que representaba a un instructor de actores de teatro (hoy en el Museo Antropológico Nacional de Nápoles), y su fama a una serie de frescos de temas heroicos y míticos. Entre las ilustraciones se encuentra una acerca del sacrificio de Ifigenia. Se trata de una casa de modestas dimensiones pero decorada con mucha elegancia, probablemente una muestra de una clase media enriquecida durante los últimos años de la ciudad.

A los lados de la puerta se encontraban dos mostradores (que indican que el dueño de la casa también se dedicaba al comercio), y sobre el piso se encontraba la inscripción Cave Canem (Cuidado con el perro) al lado de la imagen de un perro sujeto por una cadena.

En el resto de la casa pueden encontrarse más frescos y mosaicos, entre ellos, imágenes de Admeto y Alcestis, Venus,Ariadna, Teseo y Narciso.





La Villa de los Misterios

La Villa de los Misterios es uno de los edificios suburbanos de Pompeya, situado a unos doscientos metros de la Puerta de Herculano, fuera de los límites de la ciudad. Se trata de una construcción que presenta una disposición armoniosa y singular de sus ambientes y una superlativa colección pictórica. Fue construida en la primera mitad del siglo II a. C. y fue muchas veces remodelada y ampliada. Se presenta como una construcción de cuatro lados circundada por una terraza panorámica. Después del terremoto del año 62 la Villa cambió de propietarios y de usos: de vivienda señorial pasó a establecimiento agrícola.

Los usos finales de esta Casa constituyen el ejemplo de una vivienda de gran lujo unida a una explotación agrícola ganadera. Integrada al paisaje mediante grandes pórticos y galerías que dan a jardines colgantes, la Villa de los Misterios se muestra muy distinta de las casas encontradas en la ciudad.

Si bien casi todas sus paredes se encuentran decoradas con pinturas, destacan una serie de grandes frescos que se supone que representaban la iniciación de las esposas a los Misterios Dionisíacos. En la llamada Sala de la Gran Pintura, se desarrollan una serie de frescos que datan del siglo I a. C., que representarían los momentos sucesivos de un ritual que Roma intentó limitar sin mucho éxito.

Las imágenes son muy elocuentes: un niño leyendo el ritual bajo la supervisión de una matrona, una joven que lleva una bandeja con ofrendas, un grupo de señoras en una celebración sacramental, un sileno que toca una lira mientras una jovencita ofrece su seno a una cabra, otro viejo sileno ofrece bedidas a un pequeño sátiro mientras otro más joven le alcanza una máscara teatral, entre muchas otras. También se representan las bodas de Dionisio y Ariadna.



Gastronomía
Las clases populares consumían productos variados y saludables que resultaban asequibles, mientras que las clases pudientes se permitían exquisiteces como el marisco importado o las especias de ultramar. Los hallazgos han revelado alimentos que debieron ser económicos y ampliamente accesibles como granos, frutas, nueces, olivas, lentejas, productos de la pesca local, huevos de gallina, además de cantidades mínimas de carne y pescado salado de España, que eran productos más caros.
Los desechos procedentes del alcantarillado de distintos vecindarios revelan una distinción socioeconómica entre los vecinos. El desagüe de una propiedad central ha aportado una rica variedad de alimentos que incluyen productos importados de fuera de Italia, como por ejemplo marisco, erizos de mar y exquisiteces como la articulación de la pata de una jirafa para quien este hueso representa el colmo de la comida exótica.




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